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martes, 22 de diciembre de 2015

Vacío hueco

Arrebato silenciado es esto que me enerva. Torpeza total del cobarde que tuvo y no supo cogerlo. Desesperado grito mudo que pide lo que creyó suyo.
Cuán solo te vas a quedar y lo sabes.
Quizás muerto sería mejor. Lejos de todo. Porque no entendí el mecanismo del vivir, debería disolverme en el Todo.
Pero tiraré mi pellejo seco por el abismo.
Cuán solo te vas a quedar y lo sabes.
Qué dolor, cuánto dolor. En todo este tiempo, dolor, error, control, dolor y ya el máximo dolor. El arrebato último, lo inesperado, el rayo fulminante: tírate, pero ya nada puedes hacer.
Egoísta, idiota, engreído, ingrato, soberbio,... creíste ser lo que no eres, poder con lo que no puedes y estás al borde del abismo con tu pellejo seco y tu alma huida. Y sólo preguntas: ¿qué hago?
Cuán solo te vas a quedar y lo sabes.

martes, 26 de enero de 2010

Orgulloso cumplidor

Me prometí a mí mismo no llamarte. Me prometí a mí mismo esquivarte. Que no supieras de mí nada. Que no supieras que por ti me desangro, enloquezco y me medico. Que cada minuto es un cuchillo que se me clava por tu ausencia. Que cada día ya no vale nada y se copia del anterior. Lo he conseguido, no te he llamado, de mí no sabes nada. Me falta ya la respiración, me ahogo sin remisión. He cumplido mi palabra al precio de mi alma, que la tienes toda tú y no devuelves las llamadas.